domingo, 22 de mayo de 2011


EL PROCESO DE SOCIALIZACIÓN

La socialización puede definirse como el proceso por el cual el individuo se incorpora a la sociedad, sus principales objetivos son: el orden, la armonía y la estabilidad. Este proceso se produce cuando niños y jóvenes se encuentran condicionados por la sociedad en que viven.

La sociedad para su continuidad necesita de unos mecanismo de reproducción, estos son: el control social y la adcripción identitaria. El control social es la necesidad que los individuos presentan de vivir en grupo y la aceptación de normas dentro de el. Por otro lado, la ascripción identitaria hace referencia a la actividad que el individuo desarrolla en la sociedad, es decir, el “rol”. Los roles son patrones de conductas aplicable a situaciones tipificadas que persiguen unas expectativa. Cabe destacar, que un mismo sujeto puede ejercer múltiples de roles y estos pueden ir cambiando a lo largo de su vida. Por ejemplo, una padre puede ejercer de rol de padre, pero a la vez puede ejercer el de profesor y marido.

Por otro lado, la personalidad de los individuos se va configurando a través del ejercicio de los roles por los que va pasando a lo largo de su vida, ya que estos, pueden ir cambiando. Esta actividad lleva asociada una dimensión enmocional sobre la que se va construyendo la identidad, por ejemplo, si un niño, que por diversos motivos ha delinquido, se le tacha con frecuencia de delincuente, acabará sintiéndose un delincuente, porque los sentimientos son producto de lo que hacemos.

En este ejercicio de los roles, base de todo proceso de socialización, existe una etapa clave, el cambio de rol y la ritualización de ese cambio, por ello, aparecen los rituales de paso, que es el abandono de un rol y comienzo de otro. Estos han servido para dejar de forma clara, tanto externa como internamente el cambio de rol.

Otro concepto importante es la socialización diferencial que hace referencia a que existen diferencias en el proceso de socialización de un individuo a otro siendo estos de la misma sociedad; estas dependerá por ejemplo del lugar que ocupa y de la jerarquía de la sociedad.

Como todo proceso, la socialización tiene partes:

  • La socialización primaria: La primera o la básica; en ella se ponen las bases de la personalidad del individuo y su adscripción al grupo. Son importantes el papel que juega la afectividad, el aprendizaje del lenguaje, la confianza y la seguridad.
  • La socialización secundaria: Se desarrolla la interacción con otros adultos, nuevos roles, nuevas rutinas y la incorporación del individuo a nuevas instituciones.

Estos dos tipos de socialización se llevan acabo por lo llamados “agentes socializadores”, la familia es la encargada de la primaria y la escuela de la secundaria.

Como conclusión podemos decir que es necesario intervenir lo antes posible en el proceso de socialización, para que solo afecte a la esfera de la familia. El papel del educador social es el de la detección precoz de situaciones donde existe una mala socialización y la prevención. Cuando se observa un problema en la estructura, se ha de resocializar, es decir, convertir la vida del individuo a través del ejercicio de unos roles normalizados.

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